lunes, 26 de noviembre de 2018

Pajaros

Los pajaros de su cabeza escaparon por los ojos del sueño y encontraron un camino arbolado que comunicaba con el bosque. Cada noche partían veloces y al amanecer regresaban  no sin antes dejar pequeñas ramitas, plumas en su cabello. Cada vez que atravesaban el alba ella percibia los límities  que le agrillaba los pensamientos hasta que una mañana mirando el espejo de la calle percibió  que sobre su pelo habian anidado las aves de adentro y ahora revoloteaban fuera   alborotadas y cantarinas a la vista de todos. Los pájaros de su cabeza, por fin, anidaron en su guitarra, en sus cuadernos, en su paleta y suspiró.

Concordancia

Solo fueron errores de concordancia, no parecian tener la menor importancia,  no menguaban  ni añadían  significado, tampoco lo ocultaban.  "Nosotras quieres a mí".Solo la luz atravesaba aquellas celdillas  confusas,  sin orden ni concierto. En su desorden interior,  de fórmula matematica, se podian apreciar la sensibilidad que la insensibilizaba. Ella prefería los caminos curvos, sinuosos en  un zigzagueante desplazarse por el mapa que concluia en espiral de vuelta, de vuelta sobre su eje  para no dejarse de ir en traslación. Un eterno caminar destinado a hollar la hierba nada más. Todo era perfecto y esto era lo peor de todo.

Numeros rojos

Tal vez hubiera sido más beneficioso para ella permanecer sentada, esperando que el amanecer desenvolviera el día y dejarse hacer, pero aquel azogue que la recorría desde el dedo pequeño del pie hasta la coronilla se transformaba en ventisca en cada intento de amainarlo en seco.
No se trataba de hacer balance contable sobre el periodo que acaba de cerrarse tras el clic de la puerta. Con ella los número enrojecían y no de pasión precisamente. A mi el amor me sale caro, como la guerra- pensó-, mientras los primeros pájaros de la mañana despertaban al sol.