viernes, 14 de agosto de 2020

Clara

Estamos rodeados de miles  de testigos, aunque no lo percibamos y nuestros pasos pueden dar aliento o socabarlo sin darnos apenas cuenta. En medio de la oscuridad la simple luz de una vela se convierte en faro tanto para viajeros perdidos como para quienes aún conociendo el camino  necesitan  cercionarse de estar  donde tienen que estar. La sonrisa de Clara siempre será luz como su nombre y continuará iluminando en el  tiempo. Mi parte viajera coincidió con ella en medio de una noche de angustia ara las dos,  pero ella mantenía viva la luz de una pequeña vela que acercó a mi camino y consiguió prender  mi esperanza vacía.

 Para dar las gracias nunca es tarde.

 De corazón.