miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hilos

He pasado unos días horribles, llenos de ansiedad, tratando de odiarte y aborrecer el tiempo gastado.
He pasado mil veces esperando encontrarte como siempre y sin esperanzas de verte.
He querido romper el hilo con las manos, tirando con todas mis fuerzas, cortarlo con los dientes, rasgarlo, deshacerlo, quemarlo llena de desespero por ver que no podía, que no se rompía, ni se cortaba o se deshacía.
He querido odiarte y no he podido.
Sonaba el ojala no te hubiera conocido nunca en un bucle doloroso y estresante.
Sin embargo cuando me he relajado y he dejado de luchar contra lo que sentía, de repente se ha abierto una rendija de lucidez entre tanta angustia y como un susurro ha llegado a mi una idea nueva, una luz diferente que le ha dado la vuelta a tanto pensamiento y tanto sentimiento de desanimo.
Un voz que me ha pedido que sencillamente abriera la mano, que soltará los dedos y lo dejara marchar. Que no era necesario odiarte, ni detestarte, tampoco despreciarme por la rabia de la pérdida, que no habia nada a que aferrarse, que me relajara y mirara desde mi corazón y no desde mi razón fría y herida.
Y he abierto la mano y el hilo intacto a pesar de tanto esfuerzo, se ha soltado ligero.
Me  he recuperado mi misma, he vuelto a respirar, a dejar fluir lejos todas las razones que he inventado para no soltarte y desasirme,  para dejarte libre de nuevo, la única forma que conozco de volver a ser libre yo misma.
Gracias por todo, mi vida, por cada momento y cada palabra, me quedo con las risas y las siestas, con los silencios y las emociones positivas y dulces.
Has sido un regalo para mi, tan fácil y tan suave, un descanso a la locura de mi vida, una lección y un amor.
Que seas muy feliz, solo me pide decirte eso mi corazón y le voy a escuchar y a soplartelo al oído.
Te quiero mucho.
Gracias por todo.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Pasión x Amor

Sentí un estremecimiento en el estomago, quede trémula, me desoriente con las palabras, la respiración se torno jadeante, el corazón se disparó, precipitado en el pecho. Llena de energía, me sentí reconectada con la vida, y dije a mi misma: ¡Esto era lo que necesitaba!

Ve con calma, en tus conclusiones. Tuviste contacto con una experiencia de despertar de la libido y de la energía psíquica que hace al individuo retomar la propia vitalidad. Todavía si  permaneces solo con la libido, sin respaldo ni infraestructura de sentimientos, valores serios, todo va a desmoronarse, y desmoronarse devastadoramente, más tarde o más temprano. Aprender a diferenciar las expresiones del sentir es de capital importancia, para no dirigirse por una peligrosa bifurcación existencial y destruir la propia vida.

Entre amor genuino y el eros puro y simple, en el inicio de sus manifestaciones, no hay mucha diferencia.
Atracción física tiene mas que ver con la "química de los sentidos"- elementos instintuales, a menudo con propósitos evolutivos, implícitos en el programa genético del cuerpo. Entretanto, muchas veces también el amor genuino se oculta por detrás del primer turbillón de sensaciones del momento inicial del encuentro. Cómo diferenciar: Uno es apenas sensorial y emocional, el otro alcanza altas expresiones morales del alma.
Si alguien le hace mejor ser humano, más útil, más centrado, dueño/a de si, auxiliando a desdoblar potenciales, bien como a superar limitaciones, esta delante del amor.

No será amor con todo, si no consigues dedicar confianza, ternura, sentimientos de amistad y dedicación a la persona que te es objeto de atención.

Sentir asco, vergüenza, miedo o angustia, al lado del motivo de atracción, es también señal de alerta. Nadie siente aversión por lo que le hará bien, realmente, y por con quien tiene una nuclear ligazón por el espíritu.

Corta el mal de raíz, si percibes que lo que sientes no pasa de una abrasadora atracción física por alguien, la pasión de este orden es peligrosa. No en tanto, si percibes que otros factores promotores de integración psicológica, transcendencia y plenitud afloran, entre las dobleces de tu sentimiento, ve adelante, invierte fuerte y apuesta por tu felicidad.

Eugenia

Aclaración

Maritina nació con la intención de ser un blog de pruebas, pruebas sin revisar, de escritura rápida y sin pretensiones. Nació y creció despacito hasta que un comentario desafortunado acabó por bloquearla y desapareció.

El espacio estaba creado y desaparecida ella quiero aprovecharlo para dejar aquí pequeñas joyas que encontré y me ayudaron a entender aspectos de mi vida y de  mis relaciones.

Muchos de estos textos fueron encontrados en la  red y recopilados durante muchas horas de búsqueda, de algunos no conozco su autoría.

Aquí quedan para quien llegue a este espacio y quiera leerlos.

martes, 8 de noviembre de 2011

Asumir la propia vida

Uno de los pilares de una vida significativa, feliz y próspera es la competencia de andar con los propios pies, pensar  con la propia cabeza, sentir con el propio corazón. Lo que en verdad no es fácil.

En una cultura que se juzga en el derecho de dar palpito en la vida ajena, en que se piensa que es señal de amor enseñar a los otros lo que es cierto y errado, no es fácil seguir las propias convicciones, los propios deseos. El miedo al error, el miedo de desagradar, el miedo de arrepentirse, el miedo a la crítica nos paraliza delante de los riesgos, de las nuevas experiencias, de los cambios que queremos y deseamos hacer.

Ser yo mismo es sinónimo de ser adulto, de ser persona, de ser sujeto. La piedra siempre será piedra, el animal siempre será animal. La persona se va tornando persona poco a poco, en la medida que se torna adulta y pasa a ser dueña de sus propias elecciones.
Cada uno siendo el mismo, individualmente, persona separada de todos los otros y por tanto única. Solo así acontece el amor. Sin embargo si es tan importante asumir la propia vida, ¿por qué es tan difícil?. En el comienzo de nuestra vida por motivos obvios, alguien asume la dirección de nuestros actos y elecciones. En general los padres. Fase de aprendizaje. De aprobación y desaprobación. De recompensas y castigos. Todo muy natural. La desgracia es permanecer como criatura la vida entera.Esperando aprobación de cualquier persona que venga a sustituir a los antiguos dueños. Y hay siempre recompensas secundarias en la dependencia de otro. De manera condicionada, creemos que si somos mansos y sumisos tendremos el amor de otras personas. Que  si pensamos como todos y seguimos a la mayoría no nos sentiremos culpados. Que al mostrarnos indefensos, desamparados, indecisos alcanzaremos la ayuda, la protección y la buena voluntad de otras personas. La postura de víctima, de los sufridores, de los que se arrastran por la vida, lamentando la propia flaqueza e imperfección tiene por objeto el control del corazón de los otros.

La fuerza de los débiles, los deprimidos, los drogados, los fracasados, a veces consigue colocar a la familia entera en torno a ellos. Al ser "indecisos" estamos agarrados a los padres para siempre. Ellos escogían para nosotros. Y a veces continúan decidiendo por nosotros. Educar es enseñar a los hijos a "elegir", a asumir la propia vida. Muchas veces sabemos cual es la decisión a tomar, mas algunas voces internas, parecidas a las de los padres, de los abuelos, de los maestros, nos critican y nos paralizan. Asumir la propia vida es crecer, es ser adulto, es ser responsable. Responder por los propios actos. Actuando con nuestra cabeza, cometeremos errores, así como también cometeremos errores si actuamos como "ellos" quieren.

El error es compañero de nuestro crecimiento. Al querer la aprobación en todo lo que hacemos, podemos no sentirnos solos, ni inseguros, en aquel momento, pero vamos a sentirnos pasivos, infantiles y más inseguros de ahí en adelante. No asumir la propia vida, además de debilidad psicológica, es una burrada.

martes, 1 de noviembre de 2011

Leyenda

Una leyenda indígena muy especial dice que  dos indios Sioux, Toro Bravo y Nube Azul llegaron de manos dadas a la tienda del hechicero de la tribu y le pidieron ayuda:
 -Nos vamos a casar. Nos amamos mucho y queremos un consejo suyo que nos garantice quedar siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte y ser felices. ¿Qué podemos hacer? El viejo hechicero al verlos jóvenes y apasionados y tan ansiosos de su palabra dice: -Hay algo que ustedes pueden hacer, aunque sea una tarea muy difícil.

Tú, Nube Azul, debes escalar aquel monte al norte de nuestra aldea, portando una red y cazar un halcón fuerte, muy fuerte y traerlo aquí, con vida, el tercer día de la luna llena. Y tú, Toro Bravo, harás la misma tarea, en cambio escalando la montaña del trueno, que queda al sur de la aldea y tu caza será un águila, la mas fuerte de todas, y tendrás también que traerla viva , en el mismo plazo que tu enamorada. Los jóvenes se abrazaron y se despidieron con ternura, para ir a cumplir la misión que el hechicero había determinado. En el día establecido, en frente de la tienda del hechicero, los dos jóvenes se presentaron con las aves. El  viejo tiró de las redes donde estaban y constató que la tarea había sido rigurosamente cumplida. Eran ejemplares perfectos de los animales que él había pedido.

- Ahora, dice el hechicero, unan las aves y amarrenlas una a la otra. por las patas con estas cintas de cuero. Y cuando estuvieran amarradas, sueltenlas para que vuelen juntas para siempre. Ellos hicieron lo ordenado y el aguila y el halcón intentaron volar y, naturalmente, no lo consiguieron. Apenas consiguieron saltar. Algún tiempo después de las tentativas, irritadas por la imposibilidad del vuelo, las aves arremetieron una contra la otra, picoteándose hasta sangrar.

Ahí, el viejo observo: -Jamás se olviden de lo que están viendo y este es mi consejo. Si estuvieran amarrados uno a otro, aunque se amen, no solo vivirán arrastrándose como también, tarde o temprano, comenzaran a herirse uno a  otro. Si quieren que el amor perdure, vuelen juntos, mas jamás amarrados. Libere a la persona amada para que ella pueda volar con las propias alas, respeten el derecho de cada persona a volar rumbo a sus propios sueños.


No existen recetas mágicas para preservar una relación. Solo un compromiso individual con la alegría de vivir, el entusiasmo y la motivación vital llevada para la relación por parte de quienes la conforman.
Y querer el bien del otro. Esa es la mejor definición del amor. Querer la felicidad del otro es abrir mano del control, de la posesión, de los celos y la competición con él o ella. Cuando el corazón se abre no es difícil mantener un clima de afecto y generosidad. En ese clima una relación puede durar, aún teniendo que pasar  por las  crisis y dificultades inseparables de cualquier relación humana.