domingo, 26 de octubre de 2014

Desvincular no es desapego

Desvincularse de los afectos será siempre una prueba difícil. El momento de diferenciarse uno de otro. El tiempo de templar todo ese ideario de vida para llevarlo a la práctica; dar libertad a quien libertad te pide, tal vez, para trillar caminos poco seguros y en cualquier caso lejanos; cancelar compromisos antes de hora a fin de facilitar el vuelo sin lastres por más que duela. Queda la esperanza de un reencuentro, una puerta entreabierta, por si necesitan volver  y las cerraduras estan veladas...
Permanecer o quedarse es una prueba de amor. ¿No lo será también dejar marchar...?

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