lunes, 25 de junio de 2012

Cómo hacerte saber


Que nadie establece normas, salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde la forma.
Que la forma no se pierde con abrirnos.
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.
Que no esta prohibido amar, que también se puede odiar.
Que el odio y el amor son afectos.
Que la agresión porque sí duele mucho.
Que las heridas se cierran, que las puertas no deben cerrarse.
Que la mayor puerta es el afecto.
Que los afectos nos definen.
Que definirse no es remar contra la corriente.
Que cuanto más fuete es el trazo mas se dibuja.
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.
Que negar palabras implica abrir distancias.
Que encontrarse es muy hermoso.
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,
Que la vida forma parte del sexo.
Que el por qué de los niños, tiene un porque.
Que el querer saber de alguien, no es sólo curiosidad.
Que el querer saber todo de todos, es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer.
Que autodeterminación, no es hacer las cosas solo.
Que nadie quiere estar solo.
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar debemos recibir antes.
Que para que nos den también hay que saber pedir
Que saber pedir no es regalarse.
Que regalarse en definitiva es no quererse.
Que para que nos quieran, debemos demostrar qué somos.
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo.
Que ayudar es poder alentar y apoyar.
Que adular no es apoyar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que las cosas cara a cara son más honestas,
Que nadie es más honesto porque no roba.
Que quien roba, no es ladrón por placer.
Que cuando no hay placer en las cosas, no se está viviendo
Que para sentir la vida, no hay que olvidarse que existe la muerte.
Que se puede estar muerto en vida.
Que se siente con el cuerpo y con la mente.
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensibles, y no herirse
Que herirse no es desangrarse
Que para no ser heridos, levantamos muros
Que quien siembra muros, no cosecha nada
Que casi todos somos albañiles de muros
Que sería mejor construir puentes
Que sobre ellos se va a la otra orilla, y que también se vuelve.
Que volver, no implica retroceder.
Que al retroceder, también se puede avanzar.
Que no por mucho avanzar, se amanece más cerca del sol
¡Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida!
Mario Benedetti

sábado, 23 de junio de 2012

El cuerpo femenino enajenado.



Todo lo que suponemos que “deberíamos” ser, pensar o sentir, suele alojarse a mucha distancia de nuestro ser esencial. Y más lejos aún se instaura el supuesto ideal de cómo deberíamos ser físicamente. Somos altas o bajas, morenas o rubias, orientales o europeas, robustas o pequeñas. La verdadera reflexión apunta a comprender por qué no amamos eso que sí somos. Esos ojos que milagrosamente ven, esas pestañas que amablemente nos protegen, esos brazos que trabajan, esas uñas que resisten, esa piel que se expresa, ese cabello que baila el vals del viento, ese cuello que sostiene, esos pies que no se quejan, esos hombros que seducen, esa altura que vigila, esa voz que canta melodías o esas manos que acarician.

Todas las mujeres tenemos un cuerpo hermoso, amado por alguien pero generalmente despreciado por nosotras mismas. Todas tenemos la extraordinaria oportunidad de tener una casa para el alma, pero querríamos habitar en otra. Sin embargo otro cuerpo nunca podría albergar con tanta sabiduría nuestro particular camino, ya que lo hemos ido construyendo en la intimidad de las experiencias vitales, limpiándolo, cuidándolo o maltratándolo a fuerza de engaños y dolor. Nuestro cuerpo es completamente nuestro, hecho a imagen y semejanza de nuestras elecciones, sentimientos, gozos e infortunios.

Nuestro cuerpo merece el reconocimiento y el agradecimiento de llevarnos por la ruta adecuada, todos los días y todas las noches de nuestra vida.
No importa cuánto envidiemos la delgadez de alguien más joven, paradójicamente esa joven envidiará nuestro color de piel o nuestro aliento o nuestra sonrisa. Es decir, estamos todas pretendiendo vivir en un cuerpo incapaz de acomodarse a nuestro ser interior y desmereciendo al mismo tiempo la belleza natural y genuina del propio. Si pretendemos esconder una arruga, la piel nos reclamará desde algún rincón queriendo existir. Si quisiéramos un cuerpo más firme, los recuerdos y los sueños y los amores del pasado pujarán para saberse vivos. Si pensamos que nuestros problemas se resolverían sólo si fuéramos más bellas, es porque no nos hemos mirado en el espejo cósmico del alma.

(Laura Gutman)

domingo, 10 de junio de 2012

Desaparecidos

AGOSTO 30
Día de los desaparecidos

Desaparecidos:
Los muertos sin tumba,
las tumbas sin nombre,
las mujeres y los hombres que el terror tragó,
los bebés que  son o han sido botín de guerra.
Y también los bosques nativos,
las estrellas en las noches de las ciudades,
el aroma de las flores,
el sabor de las frutas,
las cartas escritas a mano,
los viejos cafés donde había tiempo para perder el tiempo,
el fútbol de la calle,
el derecho a caminar,
el derecho a respirar,
los empleos seguros,
las jubilaciones seguras,
las casas sin rejas,
las puertas sin cerradura,
el sentido comunitario
y el sentido común.

"Los hijos de los días"
Eduardo Galeano